Cirugía correctora de problemas de espalda

La cirugía permite paliar el dolor a través de intervenciones complejas y muy localizadas. La cirugía es un método invasivo y puede provocar efectos adversos, pero puede garantizar la solución del dolor de espalda de forma definitiva o aliviarlo de forma mucho más eficaz que cualquier otro método. Es importante realizar un largo proceso de diagnóstico clínico llevado por especialista para determinar si es conveniente la cirugía y qué operación es la más adecuada para combatir el dolor.

Operación de cirugía en la espaldaLas operaciones quirúrgicas que afectan a la zona de la espalda son diversas. Están destinadas principalmente a paliar problemas estructurales de la columna vertebral cuando otros métodos menos lesivos han sido descartados o a mitigar la recepción del dolor por parte del sistema nervioso.

Los principales tratamientos quirúrgicos se destinan a corregir la hernia discal. Para ello se actúa sobre la columna ampliando el espacio disponible de manera que se reduzca la presión del disco dañado sobre los nervios. Otro método consiste en retirar el disco herniado ni modificar el resto de la estructura.

Otro método quirúrgico es la rizolisis. Ésta técnica se basa en la destrucción de los nervios de la carilla articular. De esta manera, se pretende evitar el dolor producido por una degeneración artiqular y del líquidos sinovial que la protege. Al moverse los huesos sin la protección articular su impacto es foco de dolor y esta técnica permite combatir su dolor, aunque no fija el problema. Se trata de una técnica que sólo se emplea con diagnósticos muy precisos y con gran control radiológico.

Las operaciones quirúrgicas revisten gran complejidad por lo que es importante colaborar en todo momento con su médico para un diagnóstico acertado. Si se debe someter a una operación es necesario que conozca los riesgos que implican y que esté preparado mental y físicamente tanto para afrontar la operación como el post-operatorio. Antes de la cirugía siga todas las indicaciones de su médico, así como los consejos que le pueda dar.

Las operaciones no tienen un índice de éxito del 100% y puede que el dolor persista tras la operación. Si la operación no da los resultados esperados no se debe abandonar toda esperanza de vencer el dolor ya que, aunque no hayan métodos correctivos, sigue habiendo métodos paliativos del dolor. No suele ser aconsejable una segunda cirugía si la primera no resulta exitosa.

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