La enfermedad de garganta más conocida como La laringitis cuya infección es producida generalmente por un virus, aunque, en ocasiones, también puede ser de origen bacterial, llega a producir una constricción de la laringe y provocando así la pérdida temporal de la voz.
Como se sabe, en ella se ubica el órgano de la fonación; la laringe, en el que se encuentran las cuerdas vocales. El aire procedente de la tráquea choca con dichas cuerdas y las hace vibrar, produciendo sonidos que la boca modula en palabras.
En algunos casos, el dolor de garganta no se debe a una infección, sino que tiene otros orígenes, como lesiones provocadas por la deglución de alimentos o bebidas demasiado calientes, las secreciones que caen desde las fosas nasales, fumar en exceso o haber ingerido demasiados dulces.
Asimismo, algunas enfermedades, como la escarlatina, el sarampión, la difteria o la gripe se manifiestan al principio con el único síntoma del dolor de garganta. No por menos hoy en día la irritación de garganta es la causa de hasta un 12% de las consultas médicas