Habitualmente, los cálculos renales causan un fuerte dolor, que suele iniciarse de forma imprevista, es muy intenso y de temporalidad intermitente.
Asimismo, esta dolencia no mejora ni siquiera cambiando la posición, llegando ha extenderse por la espalda y la ingle.
De igual forma, casi siempre se acompaña de nauseas y vómitos, siendo en general, los síntomas más habituales, los siguientes:
- Episodios intermitentes de dolor en la zona de los riñones
- Dolor que aparece en la espalda, bajo las costillas.
- Imposibilidad de estar parado, sentado o acostado.
- Escalofríos y fiebre.
- Orina turbia y de olor fétido.
- Micción sumamente dolorosa y con ardor intenso.
- Sangre en la orina.
- El color de la orina puede ser oscuro o turbio.